En días nublados por la sombra de la guerra, es urgente reflexionar sobre la forma de abordar los problemas. La historia ha demostrado que al unir fuerzas, se logran mejores resultados. Pero la humanidad tiene mala memoria. En Chile estamos enfrentando diversos desafíos y en medio de la peor sequía de nuestra historia, con 184 comunas con decreto de escasez hídrica, repartidas desde Atacama a Los Lagos.
El panorama actual es desolador, pero podemos seguir haciendo más de lo mismo (y esperando los mismos resultados) o atrevernos a unir propósitos y generar impacto. En Fundación Amulén estamos convencidos de que la articulación de diversos actores, con foco en innovación, es el mejor camino para implementar soluciones que mejoren la calidad de vida de quienes viven en escasez o definitivamente sin acceso al recurso.
Hay familias en Chile que llevan casi 10 años esperando una solución definitiva que les garantice el abastecimiento seguro de agua. Mientras, desde la otra vereda, tenemos ejemplos concretos de instalación de tecnología que, en pocos meses, ha cambiado radicalmente la vida de más de 3.200 chilenos.
El Fondo Innova Agua es un ejemplo de articulación que nos llena de orgullo pues demuestra que, uniendo voluntades, es posible generar cambios reales. En 2020 lanzamos este fondo junto a Coca-Cola Chile y Cervecerías AB InBev para implementar proyectos innovadores entre las regiones de Coquimbo y Maule. Los municipios de Colina, Empedrado, Licantén y La Ligua fueron los ganadores, y ya se han ejecutado dos de estos proyectos, que son en Linda Vista, Empedrado y la Escuela Los Copihues de Los Junquillos en Licantén, donde ya cuentan con agua potable. Hoy, a un año de su implementación, estamos orgullosos de tener resultados y cambios radicales en las comunidades donde están estas soluciones.
En Empedrado, la tecnología de captación de agua lluvia de “Isla Urbana” permitió que los habitantes recolecten agua en invierno en sus casas y aumenten su disponibilidad. Esta tecnología permite captar, potabilizar y almacenar más de 36.000 litros al año. En Licantén se instaló el programa “Escuela de Lluvia”, cuya innovación ya permite a la Escuela Los Copihues captar, almacenar y tratar hasta 72.000 litros de agua al año.
¿Se habría logrado la instalación de estas soluciones sin la articulación de todos los actores? Probablemente no. Es la convocatoria de intereses en común la que mueve montañas. La ausencia de agua es un obstáculo severo a la hora de buscar surgir o vivir dignamente, la relación entre carencia hídrica y vulnerabilidad social es directa. El llamado es a articular, atrevernos y reunir voluntades. Las tecnologías existen y están probadas con éxito. La innovación es el único camino que nos llevará a generar soluciones rápidas y, al mismo tiempo, sustentables para mejorar las condiciones de más de 1 millón de chilenos que viven en zonas rurales sin acceso al agua.
Por Antonia Rivera, Directora de Proyecto Fundación Amulén.